sábado, 26 de julio de 2014

El pigmeo y su red de caza

Los pigmeos son grades cazadores. Podemos decir que ésta es una de sus actividades principales.
Utilizan varias técnicas para ello. Hoy quiero hablaros de la red.
Una de las actividades de las mujeres durante la estación de lluvias es cortar los tallos de ngosa, planta de la cual se extrae la fibra con la cual elaboran la red. He aquí el proceso:
  • Las mujeres localizan la ngosa en sus desplazamientos cotidianos por la selva. Cuando los tallos son ya largos pero no muy rígidos, normalmente durante la estación de las lluvias, cortan unos cuantos, los secan al sol y luego los retuercen hasta sacar las fibras de ngosa.
Danganabo se prepara a corta la ngosa Ngosa
  • Una vez extraídas estas fibras, la mujer (aunque también el hombre), las trenza con un movimiento hábil de frotación de las fibras sobre su pierna. Cuando el trozo de fibra termina, se enlaza con otro, siempre con la misma técnica, hasta formar un ovillo de unos 20 cm de diámetro (muké en lengua ebhedhabedha). A este trabajo lo llaman Kotiyo ngosa
Kotiyo ngosa Kotiyo ngosa
  • Cuando se tienen varios ovillos de cuerda, comienza el trabajo del trenzado de la red (maía). Este es trabajo de los hombres, que clavan varios bastones en el suelo, que les sirven como telar para trenzar la cuerda con una velocidad asombrosa, hasta conseguir una red de unos 2 metros de alto por unos 20 de ancho.
Extendiendo la red
Cuando llega la estación seca, hay ya varias redes listas en el campamento. Un día se ponen de acuerdo entre ellos y parten con las redes. Los hombres las transportan al lugar de la caza. Les acompañan todas “las fuerzas” móviles (capaces de correr): niños (baana), mujeres (booi), jóvenes (bandambo), hombres adultos (baguwe), perros (enva)... Esta operación puede durar días, semanas, meses, según la fecundidad de la caza.
Epa transporta su "maía"
Los perros son muy importantes para azuzar a los animales delatando su posición. Llevan una especie de cencerro de madera (étoo en lengua kidjombe; ndele en lengua ebhedhabhedha), que asusta a las presas y orienta a los cazadores. Los más cercanos al animal comienzan a correr detrás de ellos, guiándolos hacia la red donde otros esperan a veces, con arco y flechas en la mano, para rematar las presas antes de que destruyan la red. Una vez allí, unen las redes, llegando a abarcar en algunas ocasiones hasta 100 metros de ancho por dos de alto.
"Enva no étoo": perro con cencerro de madera
Mientras acompañan la carrera de los hombres, las mujeres hacen ruido y aprovechan también para observar durante todo el recorrido lo que pueden recoger después de la caza: champiñones (buuo), larvas (ikú), caracoles (lipembe), frutos (mbado), miel (vehe), ratas (mama wa mbabu), armadillos (onga) y otros pequeños animales que forman parte de su dieta cotidiana en la selva.
Cuando llegan a la red, las mujeres ya llevan lianas, cestas y hojas para transportar las presas. Cada presa pertenece al propietario del trozo de red en el cual ha quedado atrapada, pero no la consumirá entera. Llegando al campamento, repartirán el fruto de la jornada de caza y, aunque unos tendrán derecho a pedazos más grandes que otros, todos en el campamento comerán esa tarde algo de lo cazado y de lo recogido.
La primera caza la llaman masakyio, y no la venden ni la ofrecen a gente de fuera del campamento. Es una especie de rito, no religioso; una tradición que viven con un poco de picaresca y de alegría, visto que muy a menudo los bantúes se apropian de alguna pieza de caza en virtud de derechos basados en la ignorancia de los pigmeos y, si la compran, no pocas veces engañan al pigmeo con los precios.

miércoles, 23 de julio de 2014

Los colores del mundo pigmeo

Con esta entrada me gustaría comenzar una serie de pequeños textos que presentan algunos aspectos de la vida del pueblo pigmeo.
Seguramente habrá que completar progresivamente, pues no teniendo la costumbre de sintetizar sus propios elementos culturales, el pigmeo no llega a dar respuestas complexivas sino que deja siempre la puerta abierta para completar en otra ocasión.
Hace unas semanas pregunté a un grupo de ancianos sobre los colores que conocen y ellos me respondieron así:
  • Cuando un pigmeo tiene la piel clara decimos: a ngbomgbou (es rojo); en cambio, cuando un pigmeo tiene la piel oscura decimos: a bongyisi (es negro).
A ngbomgbou (es rojo) A bongyisi (es negro)
  • Usamos el color blanco de la arcilla del río para indicar que estamos de luto (didiima). Lo llamamos “tomo”.
    Tomo
  • Para la fiesta usamos el color rojo que extraemos frotando dos trozos de madera de un árbol de la selva (entre los dos trozos ponemos un poco de arena para que extraer bien el color). Este color extraído así lo llamamos onguue (así se llama también el árbol).
    Onguue
  • Usamos el color negro que extraemos de las semillas de un fruto de la selva, mezclado con un poco de carbón vegetal, para decorar nuestro cuerpo. Esto lo hacemos ordinariamente, no sólo durante las fiestas. A este color lo llamamos ibhii (es también el nombre del fruto).
    Ibhii Mezcla de ibhii con carbón
    Ibhii

viernes, 18 de julio de 2014

17 de julio de 2014

Hola, amigos. Como ya imagináis, todo este tiempo sin escribir corresponde a cambios y a una búsqueda de una nueva organización de tiempo, personas, espacios...

Creo que al última vez que escribí en el blog anunciaba la venida de un equipo misionero desde España, en vistas a intentar imaginar un modo de colaborar entre las dos regiones (España y el norte del Congo).

Antes y después de su llegada ha habido cambios.

Fundamentalmente ha habido una disminución de personal en nuestra misión de Bayenga (Flavio es ahora el responsable del grupo norte y reside en Isiro). Esto ha supuesto una reorganización del trabajo y del equipo pastoral.

Evans es ahora párroco y superior de la comunidad y yo soy el responsable de la pastoral pigmea y de la economía. Un seminarista, Cyrille -diácono desde el 6 de julio-, está haciendo unos meses de servicio con nosotros y nos ha echado una mano fuerte sobre todo en la escuela secundaria.

La nueva situación me ha empujado a redimensionar nuestra presencia entre los pigmeos:

Con realismo acepto que no puedo llegar a todos los campamentos ni con la misma intensidad.

Nuestra opción de vida en comunidad condiciona también una presencia más estable en uno o varios campamentos.

Creo que esta pastoral debe hacerse en equipo, así que intento crear este equipo reduciendo el número de los animadores bantúes a tres o cuatro (muchos no se comprometían que a ratos perdidos...) e intento implicar más pigmeos en el camino, para que poco a poco puedan animar ellos mismos el proceso de su pueblo.

Opciones de trabajo

Educación

  • Seguir acompañando las escuelas mixtas bantú-pigmeos que la diócesis ha creado.
  • Crear una escuela de alfabetización para los niños y quizás también adultos no escolarizados
  • Esta escuela duraría una hora diaria, temprano, y en ella se aprendería a leer, escribir y calcular a partir de los valores culturales del pueblo pigmeo
  • Sería en la medida de lo posible en una de las lenguas que los pigmeos usan en nuestra parroquia. Los temas serán preparados a partir de la recogida de materiales que ellos mismos elaboran escuchando tradiciones y describiendo actividades de su pueblo
  • La traducción de estos materiales será enviada a España y allí, un equipo de pedagogos voluntarios se han ofrecido para reelaborarlo según las edades...
  • Una vez que el material vuelve a Bayenga, retraducimos y comenzamos la escuela
  • Ésta estará localizada al interno de un campamento. La primera estará en un campamento de Bayenga: Ango, para facilitarme el seguimiento personal al menos un día por semana

Salud

  • Continuamos la asistencia sanitaria básica en Bayenga
  • Financiamos las operaciones de hernia, apendicitis, fibromas, quistes
  • Financiamos los partos de madres pigmeas en los dispensarios que el estado tiene en el territorio de la parroquia
  • Comenzamos la experiencia de una asistencia itinerante:
    • Acompaño a una enfermera pigmea a un campamento más o menos céntrico en la zona, donde acuden los pigmeos de unos 4 o 5 campamentos
    • La enfermera (se llama Bomao) comienza con un poco de formación sobre higiene y salud
    • Después de la formación comienza la consulta de los enfermos, mientras yo me encuentro con los jefes de los campamentos y con los hombres para hablar de organización y otros temas que ellos quieran tratar

Evaluación

La mayor parte de las actividades que llevamos a cabo son una continuación del camino trazado durante años por la comunidad de Bayenga y en los últimos cuatro años por P. Flavio. Siguen dando su fruto aunque ahora tenemos menos fuerza para seguirlas. Esto indica que tienen buenos cimientos.

La experiencia de la escuela de alfabetización (que llamamos kalasi chwa) y de la clínica itinerante son muy recientes y no oso evaluarlas aún; no obstante no resisto a callarme la primera impresión que me están dando: más se implican los pigmeos en este proceso y más será suyo, más duradero será, aunque con ritmos y formas suyos.

Me gusta lo que veo y puedo decir que me está apasionando este nuevo paso.

Vamos a ver lo que dura.

Un saludo a todos.

Andrés